Cuando estás por llegar
los relojes detienen su paso,
las aves dejan su canto
suspendido en el aire
como si nada pasase,
las ansiedades se extreman,
el corazón se acelera
y en los labios tengo la pronta urgencia
de decirte que te amo.
Cuando estás por llegar
los arco iris se desperezan
y corren coquetos al lago
para ver si están bien pintados,
la luna se esconde y el sol se asoma
cuando de que llegues está cerca la hora.
Cuando estás por llegar
se ilumina la casa,
las flores expelen sus mil y un aromas
y el olvido y la soledad
se convidan un café,
y expectantes uno a otro...
se miran a los ojos
con cierta tristeza, con cierto tal vez.
Cuando llegás,
los relojes echan a andar su paso triunfal,
los arco iris explotan radiantes en un mil colores perfectos,
la luna y el sol se asoman se abrasan y se besan
entre flores que danzan con el trinar de las aves.
Cuando llegás,
ya no quedan talveces, tristezas, olvidos ni soledades
dando vueltas por el aire,
aunque si queda un cálido y dulce olor a café...
el corazón retoza y mis labios, sin urgencias,
después de besarte,
todo este amor, confiesan.
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