De cuando en vez
el tiempo se acobarda
y escondido bajo el agua
sonríe entre lágrimas
una suerte de melancolía,
de cuando en vez,
el sol se despierta remolón
y parece que sus rayos
nunca llegarán a destino
con su ansiada calidez.
Todos los días me despierto
y abrazo al sol remolón
le doy unas nalgaditas
y le preparo un buen desayuno
aunque el tiempo cargue el horizonte
de gristes nubarrones.
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