En mi jardín sin tiempo
las prímulas florecen
al llegar el invierno,
las hojarasca aparece
en cualquier momento,
importarle no parece
que aquí el tiempo
se desvanece.
En el verano
las ericas alpinas
yerguen en sus tallos
sus flores blaquecinas
y el palo santo
las alimenta y cobija
con su fruto maduro y sano.
En mi jardín sin tiempo
las orugas eclosionan
las mariposas sin miedo
vuelan y se clonan
en un sin fin de movimientos.
Los pájaros cantan
sin importar los tonos
con sus trinos encantan
a las plantas y a los retoños
que al asomarse espantan
a la muerte y sus malos modos.
En mi jardín sin tiempo
me detuve, hace años
esperando que lo eterno
no me sea tan extraño.
las prímulas florecen
al llegar el invierno,
las hojarasca aparece
en cualquier momento,
importarle no parece
que aquí el tiempo
se desvanece.
En el verano
las ericas alpinas
yerguen en sus tallos
sus flores blaquecinas
y el palo santo
las alimenta y cobija
con su fruto maduro y sano.
En mi jardín sin tiempo
las orugas eclosionan
las mariposas sin miedo
vuelan y se clonan
en un sin fin de movimientos.
Los pájaros cantan
sin importar los tonos
con sus trinos encantan
a las plantas y a los retoños
que al asomarse espantan
a la muerte y sus malos modos.
En mi jardín sin tiempo
me detuve, hace años
esperando que lo eterno
no me sea tan extraño.
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