Por desconocerse se ignoran
a ninguno le importa donde esté el otro
ni la suerte, su existencia, les advierte
la necesidad es su fiel compañía
los abraza con dulce melancolía
mientras la soledad les entra profundo
y los mantiene desconocidos
perdidos en el mismo espacio vacío donde
por desconocerse se ignoran.
Por quererse se respetan
se necesitan cerca, uno a otro
se descubren, se espían, se notan
controlan cada movimiento
se acercan, de las manos se toman
sienten el miedo hervir dentro
se detienen ante el beso, trémolos
de los temores no se habla.
Por quererse se respetan.
Por odiarse tanto
esos dos parecen uno
se observan, se vigilan
se fagocitan con sus ojos
no se tocan, ni se huelen
se queman con las palabras,
se espantan, se desconocen
se ahogan uno y otro
por odiarse tanto.
De lo tanto que se aman
esos dos parecen uno
se miran, se contemplan
se fagocitan con sus ojos
se tocan, se reconocen
se queman con las caricias
se besan, se apretan
se estruja uno contra otro
de lo tanto que se aman.
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