Le duele al gringo desterrado
comercializar la tierra
esa que hizo propia y era ajena
y la cultivó para pastura y hacienda.
Hoy el gringo es terrateniente
y por los años que lleva como residente
cuelga en sus alforjas el título de baqueano
baqueano oriundo de otras tierras.
Son sus nietos los que ahora
al mirar el horizonte
creen escuchar como el pasado llama
y emigran silentes y con pena.
Hombres tristes y sin patria
el dolor cuelga de sus almas
dejan detrás toda su vida
buscando para sí otro futuro
y van a esas tierras que en otros tiempos
dieron de comer a sus abuelos
pero por la guerra, con desesperanza
escaparon como ratas.
La hambruna y la violencia los persiguieron
hasta expulsarlos de sus pagos
lucharon por sobrevivir día tras día
hasta llegar a esta dulce patria mía.
Entienderon que el buen destino
tras el ahorro se escondía
y con mucho esfuerzo y tino
de a poquito se reconstruyeron.
Así fue como los adoptivos de mi tierra
fueron devorando a los quienes sí eran sus hijos
hijos que con dolor y gran esfuerzo había parido
y hoy a poco los usan como servidumbre,
y los apretan con la carencia, con el allá afuera
por lo que viven la vida rodeados de soledad y miseria
imposible que vivirla de otra manera
de tanto tanto que los estrujan y apretan.
No hay rencor en los hijos paridos por mi tierra
que no es mía, pero la amo y respeto como mía
la amo como madre aunque yo no sea
su hijo natural, parido por ella.
Sí hay rencor en esos que llegaron
rumbeados de distintos destinos
que miraban el horizonte y encontraron
su salvación en estos lares. ¿No es raro?
Aquí fueron recibidos dulcemente
con la fertilidad y juventud de una adolescente
con amor y con paciencia a todos recibía sin importar
la raza, el credo, el color, el escalón ocupado en la escala social.
Los nietos adoptivos de mi tierra
encuentran en ella dolor y destierro
no es culpa de ellos lo que sienten
pero si del pasado que corre por sus venas.
En un principio el contiente era de su propia gente
pero llegaron desde afuera con tal maldad y violencia
que la tomaron por la fuerza y se autoproclamaron dueños
de culturas, de creencias, de estudios y de pueblos
Destruyeron todo sueño posible
con tal de construir su imperio
asesinando a más seres humanos
que nunca nadie en toda la historia mató.
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