Soy ligera como el viento
vuelo, como la hoja de otoño
recorro los cielos
no importa mi destino
mi presente es aquí y ahora
una hoja seca, marrón,
sin vida, ni gracia
más que la que me da el viento
llevándome silenciosa
a recorrer el vasto mundo.
No me entristece mi suerte
nací para que al fin llegue mi muerte
abrí la puerta, me entregué,
obsecuente a cada una de las reglas
que propone la vida
y amé, y sentí arraigo
por la rama que me hizo nacer
que me mantuvo verde
y por el pasar del tiempo
inexorablemente me eché a perder.
No lamento mi suerte
fui una hoja verde y sana
asida de la rama más hermosa
y fuerte, del ábol más dulce y bueno
del árbol frondoso que daba sombra
y asombraba a grandes y pequeños
ahora soy marrón y ligera
sin destino a donde ir
volando a donde el viento quiera.
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