Cuando llueve en primavera
es como si la vida riera
es tan dulce el agua que cae
que de aromas y flores
los paisajes se llenan
y de los corazones
empiezan a salir unas sonrisas
tan lindas pero tan lindas
que la vida parece un arco iris
Cuando llueve en verano
la tierra agrietada se hace barro
el olor a tierra húmeda
se desparrama por todos lados
y el ambiente se refresca
de tan dulce y buena manera
que uno siente joven el espíritu
y le vienen unas locas ganas
de cantar y bailar bajo la lluvia.
Cuando llueve en otoño
la gran variedad de colores brilla
los ocres, los naranjas, amarillos y rojos
parecen vibrar como locos
contrastando con el cielo gris
que aúlla furioso en su sed de tormenta.
Cuando llueve en invierno
todo es frío y remebranzas
dan ganas de quedarse en la cama,
hundido entre las sábanas
haciendo cucharita con tu ella
y quedarse así hasta que llegue la primavera.
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