Quise escribir un mil versos
y que cada uno te nombre
pero llenose de pelos
mi inspiración y mi lengua
quise entonces dar por cierto
que era para mi imposible
escribir cuanto te quiero
y busqué toda palabra
para mostrarme sincero
y describrirme como único
y descubrirme en tu cielo
como una pequeña estrella
que ilumina el sendero
que unidos y paso a paso
vos y yo vamos haciendo.
Me sentí viejo jumento
ante tan ardua ventura
quise dar todo por muerto
tal vez rendirme, escaparme
y confinarme al infierno
tirar por la borda todo
y olvidar tal sentimiento...
pero de pronto sucedió,
un milagro por Dios hecho,
cada verso que yo escribía
llevaba tu nombre impreso
como solo una plegaria
sublima toda alma al cielo
y minimiza cualquier mal
destrozando cada miedo...
Fue así el como te escribí
el poëma más intenso
el que te rendí culto
jurándome a vos, eterno.
Si es que alguien lo quiere leër
sepa mucho lo lamento
el tal poema es de mi mujer
por esto es que no lo tengo
tanto le gustó a ella
que murió de amor al leerlo.
Ahora se pudre en el cajón
mientras lo lee ä otros muertos
que suspiran recordando
eso que una vez sintieron
por esos que tanto amaron
y ahora sienten tan lejos.
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