Mientras el caos continúe
seguiremos siendo esto:
una pequeña parte
de este todo que nos confirma
que nos conforma, que nos reafirma
como personas, como nada,
como un grano de arena
flotando a la deriva
en un universo infinito
lleno de estímulos
de necesidades, de vicisitudes,
de vicios, de posibilidades,
una ínfima cosa
llena de vida y algunas alternativas
para vivir, sobrevivir,
para entendernos y atenernos
a nuestras propias causalidades.
Mientras el caos continúe
seguiremos siendo esto:
carne, huesos, sangre y grasa
mucha agua, muchos pelos,
algunas uñas, algunos sueños
y mucha fuerza de voluntad.
Mientras el caos siga
seguiremos siendo,
hasta que llegue el día
en que el caos deje de ser caos
para encontrar su propia armonía
entonces, recién en ese momento,
tendremos que reveer
y suplicar y lograr
algún tipo de supervivencia,
o ver la manera de ser
para pertenecer
a ese cruel y azaroso equilibrio.
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