Pueden hacerme callar
y ocultarme en lo oscuro
pueden magullar tanto mi carne
que a fin de cuentas solo sea
una masa deforme de huesos rotos.
Pueden atormentar mis pensamientos
perseguirme silenciosos,
golpearme, pincharme, atarme,
torturarme física y espiritualmente,
y puedo morirme mientras tanto.
Podrán dejarme menoscabado
leso, mudo, magullado,
tirado en un rincón
con los labios tan hinchados
que no pueda pronunciar palabra alguna.
Podrán romperme tanto el alma
que al morir, ni yo mismo me reconozca.
Pueden hacer lo que quieran
por que son ustedes los que dictan las leyes
de lo que se puede, de lo que no.
Son ustedes los que dicen
si es que está bien, cuando si y cuando no,
se amparan en sus propios edictos y caprichos
y mientras tanto, apretan y torturan a cada santo
robándoles así las velas y también su santidad.
Malditos, terroristas, salvajes,
inhumanos, extorisionistas, aprovechadores,
malasleches, racistas, xenófobos, asesinos,
sepan que sabemos que hacen lo que quieren
y que se cagan olímpicamente en hacer lo que deben.
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