viernes, noviembre 15, 2013

Querido padre -- Poema

De alguna manera
no sé cómo ni por qué
me vi en tus ojos
te reconocí
entre un montón de sombras
me reencontré
con un mil momentos
que por temor o por ignorancia
en algún lugar había ocultado.

Me supe digno
de tus manos
de mis dichas
y del logro.

Me levanté de entre las sombras
ya no tuve miedo
ni a ti y tus berrinches
ni a mi yo autodestructivo.

Me supe poderoso
y por primera vez
temiste,
tal vez por eso me ocultaste
y denigraste mi imagen
hecha por ti a tu semejanza.

No me importa tu cobardía
ni tu desprecio
ni me daña si quiera
el destierro al que me has obligado
ni tu ausencia tiene suficiente fuerza
para obligarme a despreciarte.

No soy como tu
yo he aprendido a perdonarte.

1 comentario:

María dijo...

Hombre de muchos corazones, ¿porqué este año hay espinas en los tréboles? ... las piedras de los ríos han absorbido los ojos del hombre, hasta dejarlos secos, y ... ha sido condenado todo lecho no por la moralidad ni por la ley ... sino por el tiempo.
Nadie es como nadie Poeta ...