Les niego su presencia
los ignoro
pues ustedes me acompañan
en la soledad de las sombras
callan ante las luces y las miradas
que ajenas trashuman
de cuando en vez por estos lados.
Niego su existencia
pues solo ante mi se presentan
y bailan invisibles y sombrías
esperando que les hable,
que las mire,
que las trate.
Trato de abstraerme
del frío que me causan en la espina
de la escalofriante compañía
que me brindan
silenciosas y expectantes.
Rehuyo de sus sombras
de sus sordos pasos en el piso de madera
de ese grito inaudible y sepulcral
que me atraviesa el alma
y que a mi espíritu arrastra
cada vez
más cerca de la locura.
los ignoro
pues ustedes me acompañan
en la soledad de las sombras
callan ante las luces y las miradas
que ajenas trashuman
de cuando en vez por estos lados.
Niego su existencia
pues solo ante mi se presentan
y bailan invisibles y sombrías
esperando que les hable,
que las mire,
que las trate.
Trato de abstraerme
del frío que me causan en la espina
de la escalofriante compañía
que me brindan
silenciosas y expectantes.
Rehuyo de sus sombras
de sus sordos pasos en el piso de madera
de ese grito inaudible y sepulcral
que me atraviesa el alma
y que a mi espíritu arrastra
cada vez
más cerca de la locura.
1 comentario:
Escucha tu propia respiración; como las luciérnagas, cada pequeño respiro es un fulgor donde aparece el mundo.
Ya he cantado para ti suficiente esta noche de verano; al final lograré convencerte ... el mundo no puede darte una visión tan sostenida.
Es hora de dormir Poeta ... los seres humanos deben aprender a amar la oscuridad y el silencio.
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