Corono su belleza
con el candor de mis letras
dueña de la elocuencia
y del perfecto suspiro.
Eres la musa entre las musas
la dueña de lo puro
etérea entre los sueños
que ha de soñar el mundo.
Por ser buena y abnegada
y no doblegarse ante nada
por saber, con mano tierna o férrea,
acariciar o dar batalla.
Solo de mi brotan
incipientes palabras de amor
pues nada merece estar ni a tu sombra,
hermosa diosa llena en pasión.
Estoy a sus pies
pues de ahí yo provengo,
aclarad mi día con una sonrisa
y dadme sosiego con la bella brisa
que expelen sus labios
cuando dice te amo.
Única y hermosa,
no os pertenzco,
simplemente,
he de morir siendo vuestro.
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