En el paraíso también llueveporque cuando la lluvia cae
miles de sueños crecen desde la tierra
y se elevan más allá
de todo cielo, de todo techo.
En el paraíso también llueve
porque cuando las gotas de agua se estrellan
en los charcos que se van formando
logran una celestial música
que hace bailar los corazones.
En el paraíso también llueve
porque cuando está por empezar a llover
el aroma que impregna en el ambiente
ha de ser tan hermoso
como el de la primavera en la pradera.
En el paraíso también llueve
y quien diga lo contrario
no tiene la menor idea
en como ha de ser
un verdadero paraíso.
Pues la lluvia no moja
acaricia
pues la lluvia no mancha
refresca
pues la lluvia no anega
llega
y con ella se lleva todo aquello
que ensucia y no vale la pena.
Por esto me alegra y aseguro
que en el paraíso también llueve.
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