Me tomas entre tus manos
y me conviertes en eso
que siempre deseas,
en el vaivén de tu danza
orgulloso me yergo
buscando ansioso
el nuevo horizonte
que entre los dos se plantea.
Llego, cada vez más alto
ayudado por la caricia
de tus presurosas manos
que apretan con fuerza
y bombean queriendo
quitarme de adentro
el suspiro de mis pulmones
el petróleo de mis entrañas.
Entre tus dedos me desarmo
buscando tus sedientos labios
que llegan urgentes
a mi boca enjuagada
de apasionado deseo.
Me callas de un beso.
Entre tus sueños me escurro
sin temor ni vergüenza
esperando el momento
que al amanecer despiertes
sencilla, ardiente, entregada,
y amoroso, gentil y pasionario
devolverte la cortesía.
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