"Aprende en qué confiar
y nunca te desilusionarás de ti mismo"
Te han tomado por la espalda
no pudiste darte cuenta
que ante tal afrenta,
el puñal en el costal,
con la punta del frío filo
te quitaría algo más
que un suspiro, que un gemido,
y un grito dolorido
póstumo y profundo.
Pues no ha de ser la muerte
la que duele como peste
dolorosa es la traición
que te hiciste a ti mismo
al entregarle al enemigo
servida fría en bandeja de plata
su cruel, por despiadada,
revancha tan ansiada.
Confiaste y no debías
te fiaste en demasía
ocultaste a tu razón
cosas que el corazón
te dijo en un secreto
y es por eso que ahora
te damos todos por muerto
pues el que muere por la espalda
es quien bajó la guardia.
No confíes en el quien
pues él muta raudamente,
confía en los qué
que te ofrece cada gente.
Confía en lo que se puede
no confíes porque se debe
la confianza
ni se gana ni se pierde
se da o se quita, simplemente.
1 comentario:
Bueno y aleccionador. Buen consejo
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