He aprendido a agradecer
a aceptar con humildad
el premio del tiempo
la caricia de Dios
la vista gorda del Diablo.
He aprendido a cantar bajo la lluvia
aunque el agua que diluvia
rebalse de gotas el vaso
He aprendido a echarme bajo el sol
aunque el calor abrasador
resquebraje la tierra que piso.
He aprendido a sonreir
aunque tenga estrujado el corazón del alma
aunque crea que no hay salida
aunque sea mi última oportunidad perdida.
He aprendido a vivir
el milagro de la vida
sin guardar en mi corazón
ningún tipo de rencor o desdicha
pues acepté, que aunque parezcan todas malas
soy un milagro andante
que va siempre hacia adelante.
a aceptar con humildad
el premio del tiempo
la caricia de Dios
la vista gorda del Diablo.
He aprendido a cantar bajo la lluvia
aunque el agua que diluvia
rebalse de gotas el vaso
He aprendido a echarme bajo el sol
aunque el calor abrasador
resquebraje la tierra que piso.
He aprendido a sonreir
aunque tenga estrujado el corazón del alma
aunque crea que no hay salida
aunque sea mi última oportunidad perdida.
He aprendido a vivir
el milagro de la vida
sin guardar en mi corazón
ningún tipo de rencor o desdicha
pues acepté, que aunque parezcan todas malas
soy un milagro andante
que va siempre hacia adelante.
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