Tienes el don
de juzgar a quien no conoces
de una manera soberbia
sin razón ni sentido
y crees y piensas
que aquello
que dice la voz popular
ha de ser
cien por ciento cierto.
Siempre las lenguas
son filosas por intereses particulares
aunque sus fines sean altruistas
el principio del ser es egoísta.
No creo
en la veracidad del verbo
si, en la pureza del alma
pues el alma no habla
el alma no hace
el alma es
y no juzga
pero para qué hablarle del alma,
a una persona
que tiene el don
de vivir un momento de la eternidad
sin responsabilidad, pena, ni culpa.
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