Aprendí
a mirarte a los ojos,
a entregártelo todo,
a seguir adelante
y dejar atrás
todo el peso del pasado.
Aprendí
a no tirarte de las orejas,
a no putear a los cuatro vientos
cuando cada sentimiento
propio o ajeno
se atoraba en mis entrañas.
Aprendí
a no dar un paso al costado,
a poner el hombro,
a respirar tres veces
antes de explotar en mil pedazos.
Aprendí
que cada día tengo
que reconstruirme,
reinventarme,
reintentarme,
desafiarme
y lograrme
tal cual deseás,
tanto como deseo.
Aprendí
a acomodarme
y esperar
el tiempo que haga falta,
para que cuando crezcas
vueles libre, y yo,
no me sienta un papanatas
sin presente ni destino.
a mirarte a los ojos,
a entregártelo todo,
a seguir adelante
y dejar atrás
todo el peso del pasado.
Aprendí
a no tirarte de las orejas,
a no putear a los cuatro vientos
cuando cada sentimiento
propio o ajeno
se atoraba en mis entrañas.
Aprendí
a no dar un paso al costado,
a poner el hombro,
a respirar tres veces
antes de explotar en mil pedazos.
Aprendí
que cada día tengo
que reconstruirme,
reinventarme,
reintentarme,
desafiarme
y lograrme
tal cual deseás,
tanto como deseo.
Aprendí
a acomodarme
y esperar
el tiempo que haga falta,
para que cuando crezcas
vueles libre, y yo,
no me sienta un papanatas
sin presente ni destino.
1 comentario:
clarisimo mensaje richard....un abrazo!!
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