Dejame romperme,
que mi corazón destrozado
caiga al piso
y ya no quiera levantarme.
Dejame quebrarme
y llenar este mundo de lágrimas,
y ahogarme en este mar desesperado
de incredulidad, egos e impotencia.
Dejame perderme
en la oscura soledad,
en los muros vacíos,
en el silencio de lo innombrable.
Dejame llorar,
gritar, patalear y recriminar
a la vida que no es vida
y que es cruel, y está maldita.
Dejame irme ahora
pues nadie me está llamando.
Te juro que al volver
seré un ángel renegado.
que mi corazón destrozado
caiga al piso
y ya no quiera levantarme.
Dejame quebrarme
y llenar este mundo de lágrimas,
y ahogarme en este mar desesperado
de incredulidad, egos e impotencia.
Dejame perderme
en la oscura soledad,
en los muros vacíos,
en el silencio de lo innombrable.
Dejame llorar,
gritar, patalear y recriminar
a la vida que no es vida
y que es cruel, y está maldita.
Dejame irme ahora
pues nadie me está llamando.
Te juro que al volver
seré un ángel renegado.
2 comentarios:
Me gusta mucho como transmites.Este poema lo he sentido tantas veces que es como si ya te hubiera leído antes. Que tengas un buen día.Bss
Católica, apostólica y "románica" vivo la religión como un cuento; es un libro más
"María, por su parte, guardaba todas estas cosas, y las meditaba en su corazón" Lucas 2:51
Guardate como la niña de mis ojos ... Poeta
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