Todos tenemos un monstruo dentro,
salvaje, egomaníaco, impetuoso,
está oculto, cercano a nuestro centro
por lo que enojarlo, vuelve al mundo tormentoso.
Del caos, sabe él ser epicentro,
de sus yerros ponzoñosos
la sangre mana hacia el encuentro
del filo que brioso
a la carne separa de la vida,
y ante tremenda negativa
la sangre que es vertida
en la llanura combativa,
se enfrenta decidida
a una lid definitiva.
salvaje, egomaníaco, impetuoso,
está oculto, cercano a nuestro centro
por lo que enojarlo, vuelve al mundo tormentoso.
Del caos, sabe él ser epicentro,
de sus yerros ponzoñosos
la sangre mana hacia el encuentro
del filo que brioso
a la carne separa de la vida,
y ante tremenda negativa
la sangre que es vertida
en la llanura combativa,
se enfrenta decidida
a una lid definitiva.
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