Cuando la señora creyó
que su hijo era
un niño bueno y consentido
que en él los imposibles no existían
que de maldad su actuar carecía
que en él no había celos ni envidia,
que sus hechos nefandos no eran pecado
si no simplemente inocencia,
entonces la señora no vio
que su creencia no era más que un sueño
pues si su hijo era un hombre
criado como humano
menester es
que sea imperfecto.
Mas el amor
vuelve ciego al necio,
necio al que cree
y al que cree, ciego.
Es el amor
el más cruel de los demonios
ni siquiera a Dios perdona
y a todos
nos vuelve humanos.
que su hijo era
un niño bueno y consentido
que en él los imposibles no existían
que de maldad su actuar carecía
que en él no había celos ni envidia,
que sus hechos nefandos no eran pecado
si no simplemente inocencia,
entonces la señora no vio
que su creencia no era más que un sueño
pues si su hijo era un hombre
criado como humano
menester es
que sea imperfecto.
Mas el amor
vuelve ciego al necio,
necio al que cree
y al que cree, ciego.
Es el amor
el más cruel de los demonios
ni siquiera a Dios perdona
y a todos
nos vuelve humanos.
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