20 de Junio, día de la Bandera Argentina |
llena de vida e historia
no me hierve la sangre
al recordar cuantas veces
te usaron para limpiarse el traste
o cubrir cajones vergonzantes
con muertos a causa de tanta
maldad, egoísmo, y estúpido patrioterismo.
Pensar que cuando te veo flameando
llena de ansiedades y necesidades
no me quema la carne
al saber que nunca supieron respetarte
que no supieron cuidarte
ni tampoco darte ese amor,
esa paz, esa calidad,
que vos tratás día a día.
Pensar que cuando te veo flameando
llena de pasión y cadencias
se me hinchan las venas,
el pecho y la lengua,
encuentro respuestas
del por qué valés la vida
del por qué valés esfuerzo
del por qué valés la pena.
Pensar que cuando te veo flameando
se me hace un nudo en la garganta
y en las entrañas nace un grito
sagrado y libertario
que grito a la rosa de los vientos
pidiendo al mundo que respete
a vos, a tu pueblo y tus gracias
y a los traidores les diga ya basta.
Pensar que cuando te veo flameando
pienso en vos como un hogar
donde hasta el polvo
la chapa, el barro y el ladrillo
sirven de pared, de cama y techo
a ese que llega de cualquier lado
y no tenía dónde
siquiera caerse muerto.
Pensar que al verte flamear
libre y a merced del viento
una lágrima próspera se escapa
y un caricia invisible llega
dejándome soñar, que algún día
ela utopía sea un posible
y en la fusión de un mil colores
se desvanezcan las fronteras.
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