y me dejo llevar al sol
no temo el azote del tiempo
pues aprendí que soy quien soy.
Alma de un espíritu
que por luchar halló el camino
de regreso a su hogar
donde vive su vida en paz.
Son mis manos de algodón
está mi lengua en verdad hecha
al destino van mis ojos
y mis pies hacen la senda.
De buscar tanto he hallado
de perder he encontrado
de ganar tanto he perdido
mas no lloro lo perdido
pues si he perdido, no era mío.
Abro mis alas al sol
abrazo la luz de un momento
y despierto
de todos los sueños
siendo libre y sin dueños.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario