Condenado a ti
vejación que me han dado
por tener dones y gracias
en ti me han condenado
pues volví loca a la esperanza
con tal que me aceptara
en sus aguas de albricias calmas
y sin embargo
despojado como un desecho
dentro de esta humanidad vil
del alma a carne me deshonré
era la luz de una estrella lejana
sin nombre y con único brillo
que miraban los que sin ojos
pueden susurrar al amor entre labios
dejaba escapar de mi promesas
y deseos que se cumplieran
y sobre quien cayeran
felicidad, amor y dicha
para toda la cosecha.
Celoso, envidioso, soberbio,
destruido por la injundia furiosa
de quien toda la atención quiere
penitente de ser bienhechor
me confinó a estar carne putrefacta
que acorde el tiempo avanza
pierde la virginidad y la pureza
y se oxida entre pecados y egoísmos.
Bastardo tu que aquí me mandaste
pues tu vileza demuestra
que no tienes padre que te guíe
ni madre que te ame.
Adulterino eres sin credo, ni rostro,
te escondes en todos lados
y te haces llamar todopoderoso,
seguramente tengas un pequeño pene
con el que aplastas las vidas
de estos sufrientes a los que castigas
solo tu sabes por qué arbitrio.
Ebrio, solitario y fastuoso,
no eres quien el cosmos elige
para ordenar su caos.
Morirás con los hombres morirás
y de ti no quedará
siquiera un tal vez.
vejación que me han dado
por tener dones y gracias
en ti me han condenado
pues volví loca a la esperanza
con tal que me aceptara
en sus aguas de albricias calmas
y sin embargo
despojado como un desecho
dentro de esta humanidad vil
del alma a carne me deshonré
era la luz de una estrella lejana
sin nombre y con único brillo
que miraban los que sin ojos
pueden susurrar al amor entre labios
dejaba escapar de mi promesas
y deseos que se cumplieran
y sobre quien cayeran
felicidad, amor y dicha
para toda la cosecha.
Celoso, envidioso, soberbio,
destruido por la injundia furiosa
de quien toda la atención quiere
penitente de ser bienhechor
me confinó a estar carne putrefacta
que acorde el tiempo avanza
pierde la virginidad y la pureza
y se oxida entre pecados y egoísmos.
Bastardo tu que aquí me mandaste
pues tu vileza demuestra
que no tienes padre que te guíe
ni madre que te ame.
Adulterino eres sin credo, ni rostro,
te escondes en todos lados
y te haces llamar todopoderoso,
seguramente tengas un pequeño pene
con el que aplastas las vidas
de estos sufrientes a los que castigas
solo tu sabes por qué arbitrio.
Ebrio, solitario y fastuoso,
no eres quien el cosmos elige
para ordenar su caos.
Morirás con los hombres morirás
y de ti no quedará
siquiera un tal vez.
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