Me descubro
ante la belleza de tu rostro,
en la luz de tu alma,
y en la pureza de tu paso
también me descubro,
y recurro sin saberlo,
a mi reflejo que me mira
desde el iris de tus ojos
profundos,
románticos,
que me muestran de mí
todo aquello que quieres ver
y sin querer
comprendo el por qué
te amo más allá
de todo límite y frontera.
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