Sé de vos
lo mismo que una papa
sabe de tránsito
por esto me dedico a mirarte
a observarte
a escucharte
a oírte
a tocarte
a sentirte
a aceparte
como sos
omitiendo prejuicios
que me lleven a falsos juicios
que después no salen
ni con destornillador.
No sé nada de vos
por lo que todo lo que me digas lo creo
pues eres inocente
de toda culpabilidad
que traigas del pasado
pues conmigo
eres un alma nueva
que recién se acerca
libre de cadenas
libre de condenas.
Te preguntas entonces
por qué te miro
por qué te escucho
por qué me acerco
por qué te quiero?
Tu amor y tu pureza,
simplemente,
son realmente fascinantes.
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