titubeó inseguro al mirar
su hoja llena de números
no se detuvo a pensar
cual sería el útimo dígito
para a lo incalculable, llegar
Tenía un plan exquisito,
partiendo desde el cero
llegar al infinito.
Pobre mono calculero,
nunca se tomó el tiempo de calcular
que su vida acabaría primero,
antes de vislumbrar
que un triste final sería lícito
para su inconciencia al actuar.
Ha de ser buen requisito
para hacer, no tener peros
ni dar nada como implícito.
1 comentario:
Muy lindo poema, hace pensar mucho sobre la vida y si somos como ese mono calculero, que por tanto calcular se olvido de vivir... Besos!!!! y me encanta leerte...
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