Déjame morir esta noche,
apiádate de mis manos,
de mis verbos, de mis hechos,
apiádate del pasado,
del futuro y del presente;
deja que me lleve
la parca silente
y que ya no haya
sufrimientos y espurios.
Deja que me lleve la parca esta noche,
que se cubra el cielo de olvidos
y que lloren las estrellas
su llanto perdido
en un mar vacío
de atemporal desesperanza.
Déjame morir esta noche,
entre las bravas mareas de tu alma,
entre las luces sin puerto,
entre el momento y el hecho.
Déjame morir esta noche,
que me abrace la calma.
que me llene de dicha, de fe, de esperanza
la luz tenue que abraza.
Déjame caer en el letárgico sueño eterno
y cuando me toque en otro cuerpo despertar,
abrir los ojos siendo el único dueño de mis sueños sin tiempo.
Déjame morir esta noche
ten piedad por los que están,
ten fe en los que quedan.
apiádate de mis manos,
de mis verbos, de mis hechos,
apiádate del pasado,
del futuro y del presente;
deja que me lleve
la parca silente
y que ya no haya
sufrimientos y espurios.
Deja que me lleve la parca esta noche,
que se cubra el cielo de olvidos
y que lloren las estrellas
su llanto perdido
en un mar vacío
de atemporal desesperanza.
Déjame morir esta noche,
entre las bravas mareas de tu alma,
entre las luces sin puerto,
entre el momento y el hecho.
Déjame morir esta noche,
que me abrace la calma.
que me llene de dicha, de fe, de esperanza
la luz tenue que abraza.
Déjame caer en el letárgico sueño eterno
y cuando me toque en otro cuerpo despertar,
abrir los ojos siendo el único dueño de mis sueños sin tiempo.
Déjame morir esta noche
ten piedad por los que están,
ten fe en los que quedan.
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