¡Oye, tú... Destino!
¿De quién escapas?
¿No me ves en tu camino?
¿Por qué te escondes cual colegiala?
Eres mío,
de nada sirve que saltes de rama en rama
que me apures al precipicio
o que me postres en una cama
con tal de volver al principio.
Eres mío,
de nadie más,
de nada te sirve correrte,
esconderte, tropezarte,
apurarte, esfumarte,
entre el horizonte y el camino.
Eres mío
y siempre serás mío,
acéptalo y hazte amigo
que por ti
día a día consigo lo que consigo.
¿De quién escapas?
¿No me ves en tu camino?
¿Por qué te escondes cual colegiala?
Eres mío,
de nada sirve que saltes de rama en rama
que me apures al precipicio
o que me postres en una cama
con tal de volver al principio.
Eres mío,
de nadie más,
de nada te sirve correrte,
esconderte, tropezarte,
apurarte, esfumarte,
entre el horizonte y el camino.
Eres mío
y siempre serás mío,
acéptalo y hazte amigo
que por ti
día a día consigo lo que consigo.
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