No sé porque te empeñás
en cerrar cada puerta que encontrás abierta
ni siquiera mirás
si es que hay algo
de ese otro lado
al que por necedad
le negás existencia
No se por qué te obstinás
a creer en tu palabra
como si esta fuera
la única verdad en toda la tierra
por qué cerras tanto los ojos
y por qué abrís tanto la boca
si supieras, si aprendieras, si entendieras
que este camino a ningún lugar te lleva
tal vez callaras un poco
y abrieras más los ojos.
en cerrar cada puerta que encontrás abierta
ni siquiera mirás
si es que hay algo
de ese otro lado
al que por necedad
le negás existencia
No se por qué te obstinás
a creer en tu palabra
como si esta fuera
la única verdad en toda la tierra
por qué cerras tanto los ojos
y por qué abrís tanto la boca
si supieras, si aprendieras, si entendieras
que este camino a ningún lugar te lleva
tal vez callaras un poco
y abrieras más los ojos.
1 comentario:
Yo era la mujer de la carta.
Esa ...
con los enormes ojos verde metálico,
con la vena delgada en la curva de mi cuello,
con los hombros desnudos como un edificio,
con un viejo anzuelo rojo en la boca,
boca que seguía sangrando en los campos de mi alma.
Esa ...
tan suave y delicada como un exceso de luz.
No hay forma de traducir Poeta ...
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