Me
urge la impaciencia por mirarte
por compartirme y entregarme
Me
castiga la ignorancia
del color de tus mañanas
del rayo del sol en tu cara
y el candor de tu mirar.
Ya
no te escondas entre las sombras
estoy dispuesto a darte
lo que soy
lo que tengo
lo que hago
lo que digo
mi inocencia y no.
Sentate conmigo
a ver cómo pasa el agua del río
mientras nos abraza la noche
y el amanecer impaciente
nos espera sonriendo.
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