que señalas
que te ríes
que te mofas
que detestas
que deploras
y nunca jamás perdonas.
Tú
que tienes ironía en la sonrisa
y picardía en el mirar
que sardónico suspiras
diciendo todo sin hablar.
Tú
que tanto juzgas
olvidas que todos tuvimos
tenemos y/o tendremos
nuestro propio yo no fui.
Así que repliega tu índice
o mejor dicho
extiende tus otros dedos
y anda, échame una mano
para arreglar este desastre.
1 comentario:
A su trabajo y sin vacilar acude el amante, veo la mano experta que aprieta, recibe, sostiene ... me inclino sobre el umbral de las exquisitas puertas flexibles.
Hay algo en mí, no sé lo que es, pero sé que está en mí Poeta ...
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