Cuando en la orilla del río
de la mano me tomabas
y con rubor en las mejillas
me jurabas tanto amor
yo sonreía creyendo
que la vida era esto
promesas y caricias
besos y pasión
son dulces las cosquillas
que recibe el corazón
cuando alguien que te ama
se entrega sin razón.
Y en las noches estrelladas
con la luna embarazada
nos llenaba de luz y magia
y en mis brazos te acostabas
vos sonreías creyendo
que la vida era esto
promesas y caricias
besos y pasión
son dulces las cosquillas
que recibe el corazón
cuando alguien que te ama
se entrega sin razón.
Fue hermoso cada momento
que compartimos vos y yo
bajo la luna, bajo el sol,
nos amamos sin razones
latían fuerte los corazones
eran suaves las palabras
cuanta belleza hay en el alma
de los que aman
sin esperar del otro nada.
Así pasó la primavera
tu beso en mi beso
tu mano en la mía
dos corazones que latían
y prometían, un mismo futuro
un inolvidable amor.
Llegó el verano y el calor
nos llenó con su locura
nos entremezclamos
nos fundimos, nos fagocitamos
tus palabras eran las mías
en tus ojos yo era vos
en mis ojos eras yo.
Pero el otoño llegó sin prisa
y marchitó todo
lo que a orillas del río crecía
y de nuestras promesas
y nuestras caricias
ni el recuerdo nos quedaba
y una sensación de nada
nos heló la palabra
y quemó nuestra pasión.
Ahora sopla el viento frío
el invierno no ayuda al olvido
congela la pena y te aisla
en algún lugar de vos mismo.
Se siente el aroma del adiós
en cada rincón donde estuvimos
es el alma la que sangra
y ruega por redención
o que aparezca otro amor
que cure y sane tanto dolor.
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