No me doy por perdido
aunque a veces no pueda
encontrar el lado amable
de las cosas que se presentan.
No me doy por vencido
aunque a veces los brazos duelan
y sienta roto el corazón
y las piernas ya sin fuerzas.
Porque si me caigo he de levantarme
aunque no crea, aunque no quiera
porque debo ser y repararme
cuantas veces, necesario sea.
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