Es el viento que pasa,
la beatitud de la austera mañana
el suave abrazo del sol
y las hojas que bailan
al dulce trino del pájaro cantor
la esperanza de empezar un día nuevo
con el alma y el corazón, repletos
de esa paz hermosa
que brinda un cielo celeste y etéreo
que como mariposa
se muestra entero, puro y sin vergüenza
mires a donde mires
vayas a donde vayas
siempre igual, siempre el mismo
como una fiel y ferviente promesa
que más allá siempre hay un paraíso
cercano, esperando por nosotros.
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