Hay veces que no tengo las fuerzas
para levantarme de los golpes
y seguir hacia adelante,
pero igualmente me levanto
y voy, herido y trastabillando
caminando tranquilo
y agitado
hacia ese destino que silencioso e impaciente
por mí en algún lugar espera.
Hay veces que pierdo la fe
y el mundo se desmorona
como un castillo de naipes
ante una suave e impertinente brisa...
y qué impotencia no poder hacer nada
ante todo aquello que cae
y entender que lo único que queda
es comenzar de nuevo
ladrillo por ladrillo,
naipe por naipe,
y construir otro castillo.
Hay veces que no
pero la vida sigue
y uno, por uno mismo
debe seguir adelante.
para levantarme de los golpes
y seguir hacia adelante,
pero igualmente me levanto
y voy, herido y trastabillando
caminando tranquilo
y agitado
hacia ese destino que silencioso e impaciente
por mí en algún lugar espera.
Hay veces que pierdo la fe
y el mundo se desmorona
como un castillo de naipes
ante una suave e impertinente brisa...
y qué impotencia no poder hacer nada
ante todo aquello que cae
y entender que lo único que queda
es comenzar de nuevo
ladrillo por ladrillo,
naipe por naipe,
y construir otro castillo.
Hay veces que no
pero la vida sigue
y uno, por uno mismo
debe seguir adelante.
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