Cae del árbol delicada
una otoñal hoja marrón
que al cielo se eleva solitaria
por el viento que la lleva
un pájaro que mira
resoplando protesta,
-No es menester del árbol
parir pájaros marrones
y liberarlos solitarios,
ante fieros depredadores.
-Es cierto- dijo el árbol
en sus ramas teniendo nidos,
-Es cierto- contestó
aquel pájaro ofendido.
-Y entonces?- dijo el viento
-Entonces nada- dijo el árbol
el pájaro mostró su descontento
y se llevó de ahí a sus polluelos.
Otra hoja cayó marrón
y con el viento se fue lejos,
tal vez quiso dar alcance
y explicar el desacierto.
Triste es esta verdad:
no hay lección que sirva al necio.
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