Aunque le enseñes modales a un jabalí, este no dejará de ser un chancho, mas el error no está en hacer chiflar al chancho, si no más bien, en querer hacer de él algo que no es. Lo que pasa, es que el ego, el bendito ego, nos lleva de paseo por todos lados y las cosas deben ser como el ego quiere, y si de esta manera no lo fuese, entonces hay que cambiar las cosas, pues a quien no le gusta el mundo como es, intenta modificarlo hasta morir amargado y deprimido por nada haber logrado, automarginado de la sociedad, y enfurecido con la humanidad, que simplemente se dedicó a ser lo que era y seguir el curso de la vida.
No hay respuesta a esto, esto es lo mismo de siempre, las cosas son como son y así como son las cosas, lo más seguro es que sigan siendo. Los cambios se van dando de a poco y son tan pequeños que por lo general somos ciegos ante estos, y la ceguera (no de ojos, la ceguera de ojos con respecto a esta, es esclarecedora) de mente nos vuelve necios e iracibles. Los cambios llevan tiempo, y el tiempo es algo que no tenenmos.
Cambiar el afuera es nuestra utopía más necia, una tarea titánica como el pretender la felicidad. Es tan tonto pretender cambiar el afuera (si uno no cambia el adentro primero), como la pretención de ser feliz cuando no se cree en la felicidad o a la misma se la cree un imposible. Desde mis ojos, la felicidad es una filosofía que implica plenitud, quien puede vivir en armonía con la plenitud, entonces es feliz. La felicidad es una forma de vida, no una sensación de un momento, pero este, es otro tema.
Cualquier cambio que uno desea, debe empezarlo, si quieres que no haya robos, no robes, si no quieres corrupción, no corrompas ni seas corrompido. Si no quieres tranzas, no trances. Si no quieres mentiras, no mientas. Si no quieres utopías, sé concreto contigo mismo.
Si quieres un mundo mejor, no esperes y se mejor cada día. El futuro que construímos está esperando por nosotros a no más de tres pasos de distancia. No te fijes como camina el otro pues tus pies sin tu ayuda, no llegarán a ningún lado.
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