Si me dieran la libertad,
de poder despegar
de tanta tierra
y dejar que mi espíritu
elevado en los más alto,
brille
sin pudores ni vergüenzas,
sin arrogancia ni vanidad,
rodilla en suelo
con el corazón abierto
desparramando en todo el cuerpo
sangre coraje y miedo
sin duda de ese cáliz bebería,
pues la libertad es la ambrosía
que los Dioses donan en un beso
y para el hombre, pobre hombre,
tal beso
no es más que una triste utopía.
de poder despegar
de tanta tierra
y dejar que mi espíritu
elevado en los más alto,
brille
sin pudores ni vergüenzas,
sin arrogancia ni vanidad,
rodilla en suelo
con el corazón abierto
desparramando en todo el cuerpo
sangre coraje y miedo
sin duda de ese cáliz bebería,
pues la libertad es la ambrosía
que los Dioses donan en un beso
y para el hombre, pobre hombre,
tal beso
no es más que una triste utopía.
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