Capitán de tu propio barco -- Poema

No cabe duda
que cuando el cabo no ata la barca
las mareas hacen con la barca
lo que les plazca

Hay veces
que las mareas van a la deriva
y nunca a ninguna isla llegan
hasta que se pierden
bajo el azote de azarosa tormenta
que dura golpea
y hunde la barca
a lo más profundo
del oscuro océano.

Hay veces
que la barca sin rumbo llega
al mejor de todos los puertos
y al llegar al amarradero
millones de hadas y duendes
hechan sus magias
sobre los mojados maderos
y la vida se transforma en eso
que siempre soñaste.

Sea como sea
si quieres que la barca
no esté a la merced del mar
átala al puerto que llegués
y cuando partir debas
desata el cabo y suelta la vela
y échate a navegar.