Cuando el ojo
no ve más que el ojo,
cuando la caricia
acaricia la forma
cuando la sombra
ya no asombra
y la luz
desacostumbra al ojo.
Cuando la palabra
es férrea
y las mariposas
ya no vuelan
cuando el sol quema
y los brazos ya no pueden
y están laxos
sin ninguna fuerza.
Cuando todo filo hiere
cuando toda herida sangra
cuando el presente hede
continuamente a pasado
cuando el tiempo cae
sobre el sentimiento
la bestia adormecida
brava espera
por el despertar del nuevo día.
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