No hay forma
ni manera
que al cerrar los ojos
no vea tu imagen,
recuerde tus besos
u oiga los versos
que de tus labios a mi
manaban claros y sinceros.
No hay forma
ni manera
para que cambie,
esa parte de la vida
en la que aprendí a compartir
por algo que aún
no haya transitado.
No hay forma ni manera
que te olvide
y deje detrás todo
aquello que en mi
marcaste a fuego
porque puedo llevar
con orgullo mi pasado
sin que pese
sin que duela
sin que se piante una tristeza
o se me caiga un lagrimón.
Mi querido Buenos Aires
en vos está mi corazón.
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