El grito -- Poema

El Grito -  Edvard Munch (1863 - 1944) 

Un atardecer difuso,
un cielo naranja y aturdido
por los continuos embates del tiempo.

Un sol invisible
ya cansado y solitario
por ningún lugar del cuadro
se desvanece.

Un lago endeble
de aguas prisioneras
maquilladas del color del cielo
mecen dos barcas
que nada que ver entre si tienen,
flotan, a la deriva...
sin puerto, marineros, ni destino.

Dirán que es Oslo
(las tierras flácidas
que caen abisales
hacia la nada),
de donde el hombre solo escapa
por un puente que une
eso de allá con vos,
que en este lado,
te dejas envolver
en los fuertes contrastes
que hasta aquí llegan
arrastrándose por las barandas.

Oís el grito, pasmoso,
desesperado,
del hombre que intenta huir
de todo ese pasado,
que lo atormenta
y lo hunde
en su propio protagonismo.

Tiene un rostro,
tiene manos,
tiene historia
y tiene forma,
en un lugar
donde poco está
definido como debiera.

Tras él,
dos más
siguen sus pasos...
aún no gritan
pero ya lo harán,
apenas consigan un rostro
tendrán identidad
y sentirán la necesidad
de suplicar, ya basta.