Lujuriosa tristeza
que aplastas mi alma
mi ínsipido ánimo
perdido en los no caminos
se ha vuelto errante
mi pie, que no huele las huellas
de otros caminantes
que pasaron antes
abriéndose paso.
Ves mis manos
ni mover un dedo pueden
pues en tu soberbia acaparadora
llena de desdenes y malos entendidos
maloscópico y profenio
urbano y desterrado
dejo caer la gota de agua
en el cántaro profuso en moscas
por los abcesos que en exceso
han manado de mi alma.
Endeble tristeza, ven,
aún no te vayas
compártete un rato más conmigo
no sea que esta inmensa soledad
que me asfixia y de recuerdos me inunda
me obligue a callar mi última palabra.
que aplastas mi alma
mi ínsipido ánimo
perdido en los no caminos
se ha vuelto errante
mi pie, que no huele las huellas
de otros caminantes
que pasaron antes
abriéndose paso.
Ves mis manos
ni mover un dedo pueden
pues en tu soberbia acaparadora
llena de desdenes y malos entendidos
maloscópico y profenio
urbano y desterrado
dejo caer la gota de agua
en el cántaro profuso en moscas
por los abcesos que en exceso
han manado de mi alma.
Endeble tristeza, ven,
aún no te vayas
compártete un rato más conmigo
no sea que esta inmensa soledad
que me asfixia y de recuerdos me inunda
me obligue a callar mi última palabra.
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