No figuraba en ningún esquema
tal vez porque figuradamente, su esquela
no era más que una figurita repetida
que figuró paseando por algún cementerio.
Desdibujado su rostro en su mirada perdida
ya no desafiaba a los espejos mentirosos
que la edad siempre resaltaban
entre arrugas y manchas despreciables.
Sus ososas manos con anillos que se caían
por el exceso de años y la falta de carne
jugaban un inerte don pirulero sobre un pecho
que hace tiempos se había secado.
Había perdido las ganas de vivir
las ansias de estar, el para qué del cosechar,
en algún lugar del pasado
sin querer había perdido.
Sus pies no dejarán más huellas
de las que ya dejaron en antaño
cuando el barro le llegó a los tobillos
mientras llevaba a la escuela a sus hijos.
No me figuro como sería cuando
su figura desfiguraba el rostro
de aquellos figurines que seducían
con figuraciones, esperanzas y tal veces.
Hoy es parte del imaginario
un recuerdo desfigurado
de un pasado transfigurado
en su intento de destiempo.
tal vez porque figuradamente, su esquela
no era más que una figurita repetida
que figuró paseando por algún cementerio.
Desdibujado su rostro en su mirada perdida
ya no desafiaba a los espejos mentirosos
que la edad siempre resaltaban
entre arrugas y manchas despreciables.
Sus ososas manos con anillos que se caían
por el exceso de años y la falta de carne
jugaban un inerte don pirulero sobre un pecho
que hace tiempos se había secado.
Había perdido las ganas de vivir
las ansias de estar, el para qué del cosechar,
en algún lugar del pasado
sin querer había perdido.
Sus pies no dejarán más huellas
de las que ya dejaron en antaño
cuando el barro le llegó a los tobillos
mientras llevaba a la escuela a sus hijos.
No me figuro como sería cuando
su figura desfiguraba el rostro
de aquellos figurines que seducían
con figuraciones, esperanzas y tal veces.
Hoy es parte del imaginario
un recuerdo desfigurado
de un pasado transfigurado
en su intento de destiempo.
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