entro en lo más hondo de ti
arrebatando de tus riñones
el suspiro libertino
que da vida a tu cuerpo deseoso
en la marea de tu vientre
ardiente y decidido
voy dejando la huella impercetible
de mi impúdico ombligo
que te acaricia y llena
cada espacio vacío
que dejás entre gemidos
recorro tu cuello
oliéndote, respirando de tí
los deseos más ocultos y desvergonzados
que tu piel apasionada reclama
ansiosa por cumplirlos.
Quieres
mis labios rozándote
mis dientes mordiéndote
mis manos tomándote
mis piernas temblando
y mi simiente entrando
volcánica y esplendorosa
me tienes vulnerable
y a la deriva entre tus
mareas tormentosas
con mi mirada en tu mirada
y mi beso en tu boca.
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