y que a todo le comience a dar
la importancia que tiene
dejaré de mendigar milagros
de orar por cambios
y de torturar mi hoy
con ayes por presentes
que no cambiarán nunca.
Tal vez me vuelva cínico
y deje detrás mi sombra
que tanto tiempo
ha estorbado a mis huellas
que se pegó a la suela de mis pies
y jamás me fue en nada útil.
Tal vez desprecie al sol
a las estrellas
a ese holograma gigante
que nos hace creer que existimos.
Vulgares y necios somos
en un mundo de imágenes
donde somos nuestros propios íconos.
Serviles a la palabra
y al miedo soberbio que tenemos
e imponemos a nuestras propias creaciones.
Tal vez me vuelva cínico
con los años
con el tiempo
cuando la vida se haya cansado de golpearme
o cuando ya no sienta sus cansados golpes.
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