de pronto me halló en lo oscuro
cómplice de las estrellas
que se habían caído
como un velo de tul
iracundo y molesto
pero... ¿Qué había yo hecho
más que amarla en silencio?
Escondido en lo puro
del hondo sentimiento
suspirando a las nubes
mi sórdido secreto
que luego boquiflojas
desparramaron por doquier
sin importar la pena
que en mis espaldas cayera.
Hoy las sombras hurgan entre ellas
buscan mi luz dormida y apagada
para encenderla y despertarla
con la promesa de un mañana
¡Oh Satán, cruel demonio, amo en mis dominios
de ese amor difícil, que a mi razón ha torcido
de nuevo, y tomado has también mi voluntad!
Me doblegas con tus encantos
a los que no puedo, ni quiero negarme
y me prometes una y otra vez
algo que solo tu puedes darme.
¿Será que el destino está escrito
y mi fin es amarte, dulce y hermosa amante?
Me tienes cautivo de nuevo
con tus encantos y hechizos sinceros
me sabes tuyo y de nadie
me sabes valiente y cobarde
entregado y libre en mi propia maldición
de vivir dentro tuyo hasta al fin morir
amándote una y otra vez por el resto de mis vidas.
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