un mil cien veces
seguir el camino recto
y no equivocarme
y no repetir
y vivir
cómo si no existiera el mañana
cómo si no me atara el ayer
Y me obligo
a estar tranquilo con lo que me toca
agradeciendo sin excusa a esta suerte loca
que tiene más de tren fantasma
que de montaña rusa
Y amo
desde las entrañas hasta más allá del alma
Y me entrego
desde más allá del alma hasta las entrañas
Y sueño
porque puedo y quiero
y quiero
porque puedo y sueño
y puedo.
A orillas del horizonte un pájaro cantó
y entendí
y nadé con él
a su mundo carente de totalidades
e infinitos.
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